Universidades latinoamericanas, «fermento de la integración»

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El 7 de noviembre se realizó el conversatorio «Pensando juntos la investigación, la movilidad de posgrado y el papel de la cooperación entre nuestras universidades para construir un futuro soberano y común en la región«. Allí se destacó la importancia de fortalecer la producción de conocimiento manteniendo una «cooperación solidaria en pie de igualdad» entre nuestros países, para solucionar problemas propios de la región.

La actividad formó parte de la reunión de trabajo que se desarrolló el 7 y 8 de noviembre entre la AUGM y representantes del Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación, el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológicos (CNPq) y la Coordinación de la Formación de Personal de Nivel Superior (CAPES) de Brasil. En este conversatorio participaron Helena Albuquerque (CAPES); Dalila Andrade de Oliveira (CNPq); representantes de universidades de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Paraguay; el rector de la Universidad de la República (Udelar) y vicepresidente de AUGM, Rodrigo Arim; el secretario ejecutivo de esta Asociación, Álvaro Rico; el presidente del Servicio de Relaciones Internacionales de la Udelar, Gonzalo Vicci; el ex presidente de Uruguay, José Mujica; la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, la coordinadora del Gabinete Productivo de la Intendencia de Canelones, Tania Yanes; el ex director de la Conferencia Regional sobre Educación Superior de América Latina – UNESCO, Luis Yarzábal; y el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala.  

Integración académica en la región

Elsecretario ejecutivo de AUGM, comentó que esta reunión entre representantes de sus universidades miembro y de organismos brasileños CAPES y CNPq tuvo el objetivo de intercambiar respecto a las visiones sobre nuestro continente inserto «en el contexto mundial y regional tan difícil que vivimos». También sobre los procesos de integración y cooperación académica y sobre esta iniciativa que AUGM viene llevando adelante con distintos niveles del gobierno de Brasil. En mayo y julio de este año se firmaron acuerdos previos con organismos estatales brasileños, incluyendo el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, explicó, y en setiembre CAPES propuso a AUGM elaborar un acuerdo técnico y un plan de trabajo para impulsar la cooperación académica regional. 

Este plan apunta a establecer un convenio de cinco años de duración que plantea «el financiamiento a lo largo de cuatro años, que otorga el gobierno brasileño, con el objetivo de promover la movilidad de estudiantes de doctorados y postdoctorados sandwich en la región«, explicó. Estas movilidades deberán estar vinculadas al desarrollo de proyectos de investigación y entre estos, se seleccionarán hasta 15 por año, agregó. Las instituciones miembro de AUGM llevan a la práctica una cooperación solidaria en pie de igualdad que respeta la reciprocidad; la propuesta de CAPES y de CNPq apunta a mantener esos principios, siendo además eficaces a la hora de operar, destacó Rico.

Con la CNPq la intención de los acuerdos es establecer un proyecto de movilidad continental de doctorados, ya no limitada a las universidades de los seis países que integran la AUGM, señaló. «En todo este proceso hemos encontrado mucha colaboración y comprensión por parte de las autoridades brasileñas», indicó Rico. También agradeció al ex presidente Mujica quien ha estado presente en diversas actividades organizadas por la AUGM y sido «un colaborador incansable» en estos procesos por la gran comprensión que tiene de los temas de la integración latinoamericana, de sus problemas y posibles soluciones. Mujica es «un estudiante y profesor de la vida muy aplicado y muy sensible a todos estos problemas«, indicó.

Arim, por su parte, dio la bienvenida a las y los participantes y agradeció a quienes trabajaron para llegar a esta instancia, «este es un mojón muy importante en un proceso de integración académica en la región«, afirmó. Observó que el Mercosur tiene entre sus debilidades la ausencia de políticas claras sostenidas en el tiempo para fomentar la integración de capacidades académicas, en contraste con organismos como la Unión Europea, que promueve activamente esta política.

En América Latina la integración del mundo académico «ha descansado en el esfuerzo tenaz pero insuficiente de las propias instituciones de educación superior«, agregó. Sin apoyo de las políticas públicas, en un mundo donde el conocimiento es cada vez más un activo estratégico para el desarrollo, la ausencia de estos dispositivos es una desventaja clara, resaltó Arim, «ninguna de nuestras universidades, ni siquiera las que cuentan con mayores recursos, van a lograr ubicarse en un lugar destacado en el plano internacional de la generación de conocimiento de manera competitiva y dinámica por sí solas«. Por tanto, la estrategia de colaboración y cooperación debe ser una herramienta sustantiva para las universidades de la región, puntualizó. 

Finalmente agradeció a la AUGM y al gobierno de Brasil, en particular a CAPES y CNPq, por esta iniciativa. Con ella el país vecino»nos está dando una señal» de la importancia estratégica de este tipo de vínculos, apostando a una lógica de financiamiento sostenido en el tiempo. Lo que hoy hace Brasil debería ser replicado en el Mercosur para instalar políticas estables y previsibles de cooperación académica, a pesar de la existencia de modelos, asimetrías y momentos históricos distintos en la región, expresó. 

«Los gobernantes piensan y los pueblos sienten»

En su intervención, Mujica expresó que estamos en un cambio de época «donde el conocimiento va adquiriendo una categoría decisiva tan o más importante que el capital» y en esta perspectiva el primer mojón son las universidades, donde puede estar el «fermento de la integración«. 

Señaló que la situación histórica global en que los países de América Latina obtuvieron la independencia, condicionaron sus dificultades de desarrollo económico y la pobreza en gran parte de la población. Sin embargo en nuestra región «estamos más desintegrados que nunca y en el mundo que viene si no nos juntamos para defendernos acá habrá una pérdida constante de valor«, agregó que apenas vendemos materias primas y compramos «todo lo que es conocimiento«, aunque las demandas, en este sentido, sobran. Esto «no es otra cosa que otro capítulo de la dependencia«, aseguró. Sostuvo que no es posible investigar sin dinero y alentó a no dejar nunca la lucha por estos recursos. 

Los países latinoamericanos deben unirse y para eso es necesario que sean «tremendamente pragmáticos, tolerantes y flexibles«, esto «no es de izquierda o de derecha, es de ser o no ser«, afirmó Mujica. Lamentó las dificultades que tienen nuestros Estados para comerciar entre ellos, para uniformizar exigencias aduaneras, para coordinar y aunar esfuerzos en favor de la salud de la población, entre muchas otras. Como ejemplo de esto recordó que cada país negoció separadamente la adquisición de vacunas contra el Covid 19. Esto «no puede ser«, enfatizó; frente al impulso de otras regiones como Norteamérica o China, de este modo «no podremos incidir en ese mundo que se nos viene«.

Sostuvo que la política de integración es un viejo sueño que tuvo mucha vigencia universitaria desde la Reforma de Córdoba hasta la Revolución cubana, no obstante, «América Latina nunca tuvo una ´integración pueblo´», aseguró, «los gobernantes piensan y los pueblos sienten«. Agregó que en nuestra región necesitamos símbolos que nos unan e identifiquen, en su opinión no somos una América «latina» sino que en nuestro origen están los pueblos indígenas, luego quienes fueron arrancados de África y todos los que vinieron de todas partes. «Se necesitan símbolos para conservar las ideas, para que esto no sea sólo ideológico, lo ideológico tiene que bajar al campo de los sentimientos«, el mundo universitario tiene que pensar en estas cosas, observó. Finalmente indicó que es momento para que la AUGM impulse con más fuerza la integración regional, una causa que «vale la pena«.

Coordinación de capacidades e instituciones

Carolina Cosse señaló que aquellos cambios profundos en las gestiones que tienen larga vida, son los que tienen «acciones sistémicas y políticas compartidas«. Asimismo, entiende que «la ciencia es una gran herramienta de cambio de la realidad, si hay una política que la albergue y que le dé un marco de realidad y una constancia en el tiempo«. 

Considera que de todos los temas que trabajan en la Intendencia de Montevideo no hay ninguno donde no tengan una alianza con alguna Facultad, «nos hemos planteado cuestiones ambiciosas y siempre hemos encontrado en la Universidad una mano amiga para acompañarnos en caminos desconocidos«, apuntó. Afirmó que, «sin lugar a dudas, una ciencia integrada va a ser una mejor ciencia y una ciencia donde participen las mujeres, también va a ser mejor«, y en este sentido, resaltó la importancia de fomentar la cooperación. «Yo siento que en la Universidad de la República los uruguayos tenemos un cobijo y creo que también lo tenemos en el movimiento de los trabajadores y eso hay que cuidarlo como la vida misma«, concluyó.

Por su parte, Ricardo Ehrlich señaló que con frecuencia en las reuniones regionales se encuentran países que son asimétricos y que, mientras hay asimetrías que se propagan al interior de nuestros países, la palabra «tiene consecuencias complicadas cuando se lleva al plano de las relaciones internacionales«. En este sentido, entiende que el desafío que se plantea para la integración es lograr sintonía y sincronía para poder trabajar en conjunto coordinando las capacidades de las instituciones y complementándose. 

Puso como ejemplo de una cooperación exitosa, el Centro Argentino-Brasileño de Biotecnología que se creó luego de la fundación del Mercosur y que mantiene ese nombre a pesar de que Uruguay se ha integrado: si bien recorrió «un camino lento limitado por las asimetrías de nuestros países, es un ejemplo exitoso». Otro ejemplo es la AUGM, que con más de 30 años de existencia ha sabido trabajar para las universidades que son parte y de forma abierta hacia el continente y hacia nuestras sociedades, consideró. Entiende que es necesario dar un salto como este nuevo programa de movilidad y por eso, es una señal realmente auspiciosa. Esto requerirá que cada uno en los países, «con estas asincronías políticas que nos atraviesan, sepamos crear consensos para poder acompañar un esfuerzo de esta naturaleza».

Asimismo, representantes gubernamentales, sindicales y autoridades universitarias de la región comentaron acerca de la importancia de este evento donde coincidieron actores académicos con personas que toman decisiones políticas en la reflexión sobre la integración regional. Observaron que cuando la Universidad sale a los municipios e intercambia saberes, cambia la vida de las personas y lo que ellas necesitan. También valoraron el vínculo entre la Universidad y el movimiento obrero y destacaron que «si la integración regional tiene mayores puntos de contacto con la vida de la gente» podrá ponerse efectivamente en movimiento. Del mismo modo, reflexionaron sobre la importancia de que nuestras universidades trabajen en conjunto, identificando problemas comunes y fortaleciendo el intercambio en el eje Sur-Sur, fundamental para el crecimiento de nuestra región. También defendieron la integración no solo a nivel de la enseñanza y la investigación sino también de la extensión, que es de interés estratégico. 

Las representantes de CAPES y CNPq resaltaron el compromiso de sus organismos para impulsar los acuerdos de movilidad con AUGM  y así favorecer la ruta de nuestras investigaciones y tecnologías, ya que «nuestros problemas exigen nuestras respuestas».

Igualmente, afirmaron la importancia de la educación como un derecho humano y un bien público social así como la función social que cumplen las universidades. En este sentido, entienden que estas son fundamentales para brindarnos comunicación y combatir la desinformación y los discursos de odio, que están bastante presentes en la actualidad de nuestros países. Además, expresaron el deseo de avanzar en una agenda concreta en la región y sumar a los y las jóvenes en esta lucha por la integración.  

Fuente: UCUR, Udelar