UNR busca garantizar el derecho de jarras de aguas en sus diferentes espacios

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La Universidad Nacional de Rosario (UNR) está cerca de marcar un potente antecedente a nivel del continente para garantizar el derecho de jarras de agua. El Consejo Superior de la institución rosarina votará próximamente una propuesta para garantizar el acceso al agua potable y gratuita a través de bebederos en diferentes espacios de la universidad, medida que abarcaría 12 facultades.

El derecho de jarras de agua, como nombraron a este tipo de iniciativas desde la Cátedra de Agua de la UNR, donde nace el concepto, se trata de una medida concreta sobre el derecho al agua que permite, desde una mirada sociológica, hídrica y jurídica, mejorar la calidad de vida de las personas. En el caso de la UNR, la propuesta es apoyada por el rector Franco Bartolacci y busca fortalecer la presencia de bebederos en las facultades e institutos de la universidad para garantizar el derecho humano de jarras de agua.

«Generalmente, los servicios sanitarios de las ciudades de Argentina fueron diseñados en el siglo XX para uso domiciliario, pero no tiene en cuenta qué pasa con el ciudadano o la ciudadana que está en trámite en una oficina pública y no tiene dinero para comprar una bebida; también olvida qué pasa con los ciudadanos cuando están en el parque y no tienen bebederos de agua potable libre y gratuita”, explicó a este medio Aníbal Faccendini, director de la Cátedra del Agua y miembro del Comité Académico Aguas de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM).

Foto: Twitter/@AnibaalF

Hasta ahora existen dos antecedentes concretos sobre el derecho de jarras de agua. Una  ordenanza municipal de Rosario (2015, Argentina) que obliga a bares y restaurantes a ofrecer sin cargo a sus clientes un jarra de agua apta para el consumo -medida que se amplió a lugares bailables y espectáculos públicos y áreas comerciales de más de 1.200 metros cuadrados-, y la Ley sancionada en noviembre del 2019 por la Legislatura Provincial de Santa Fe (Argentina), «el primer estado subnacional de América Latina en tener una norma de este tipo«, donde se dispone que todos los órganos del Estado deben contar con bebedero, así como convenciones, congresos, conferencias, seminarios, reuniones y demás actividades que lo involucren. 

Esto es muy importante porque logra hacer llegar el agua a los ciudadanos en situaciones concretas en un proceso de desmercantilización, porque no todo se tiene que pagar o entrar en comercio. El agua es un derecho humano y como tal es imprescindible. Esto ayuda al buen vivir con un criterio de equidad social y ambiental”, dijo Faccendini a este medio. En concreto, esta ley aprobada en Santa Fe llevará agua potable libre y gratuita a diferentes espacios de 365 localidades de la provincia y afectará, “directa o indirectamente”, a 3,4 millones de personas. 

La ley de jarras de agua, explicó Faccendini, también tiene un fuerte impacto ambiental porque “limita mucho el plástico y otros residuos y esto tiene un efecto sobre las 1.000 millones de toneladas de plástico que volcamos al mar año a año”. También tiene un costado sanitario, porque “en muchas ciudades de América latina, como no hay agua potable gratuita disponible, nos vemos obligados a comprar agua saborizada”, práctica que puede significar un consumo de entre 400 y 600 calorías por día. “¿Cómo logramos que la gente tenga la conciencia, la autonomía y la libertad de poder tomar el derecho de jarras de aguas?”, se preguntó. 

El derecho de jarras de aguas ya se está discutiendo en otras ciudades de la región como Río de janeiro, Bariloche y Santiago de Chile, explicó Faccendini, quien destacó en ete sentido el rol que cumple AUGM en el espacio regional, no sólo a la hora de apoyar este tipo de iniciativas, sino como herramienta para impulsar la producción científica vinculada a la cotidianeidad de nuestras poblaciones. 

Respecto a la posible aprobación en la UNR, Fraccendini subrayó que significa “una gran avance para la universidad pública y para la AUGM en general”.